lunes, 25 de octubre de 2010

Ser feliz arriba del escenario

"En el caso de La Catalina yo no siento que soy el director de La Catalina, ni siquiera cuando estuve dirigiéndola. Soy el hermano de Yamandú y de Martín y el amigo de todos los muchachos pero el director es Martín Duarte, incluso este año que dirigí y arreglé yo. Me prestó la galera y se permitió y me permitió a mí disfrutar del carnaval más hermoso de nuestra vida, donde pudimos ser realmente felices arriba del escenario, disfrutar muchísimo y además hacer un espectáculo que nos gustó mucho y que a la gente también."


Tabaré Cardozo pasó por las murgas Falta & Resto y Contrafarsa. Dirigió Curtidores de Hongos y es letrista, director escénico y coral de Agarrate Catalina, con las que acumuló varios premios. En solitario escribió temas que alcanzaron gran difusión radial. Su primera producción discográfica es de 2002, Poética murguera . Tres años después publicó Pobres poderosos y en 2007 hizo el repaso de ese lustro en un DVD.

En su más reciente placa solista, donde por supuesto el tono murguero está presente, se escucha a Tabaré acompañado por otros colegas famosos de distintas generaciones: Canario Luna, Zurdo Bessio, Yamandú Cardozo y Pitufo Lombardo, entre otros. Además de esas voces murgueras también se escucha algo de reggae, tango, rock y guitarras al estilo Zitarrosa.



"Y por ahí está la clave. Lo que quiero decir es que a mí me tocó vivir una época -mi adolescencia por ejemplo-: los dos primeros años de liceo yo los hice en el liceo 30 con el gremio proscrito, prohibido. O sea que estuve en los renacimientos del gremio, toda la época de los Comité, entonces he vivido toda una época que me hizo armarme una estructura y un esquema mental sobre los cambios sociales. Es algo muy personal no, pero yo cada vez menos creo en las revoluciones sociales, cada vez menos. Y sí creo cada vez más en las evoluciones personales, individuales... No sé pero es intuitivo pero te lo digo ahora, o sea tampoco lo tengo elaborado al discurso. Lo digo y lo pienso. Es más, en un par de notas que hice me empezó a surgir alguna cosa parecida y ahora me puse a pensar mientras hablaba Yamandú. Esto es a nivel personal, no involucra a la murga esto. Pero me parece que por ejemplo cada vez más uno tiene que apuntar a tratar de cambiar el entorno o más personal que el cambio empieza por casa que como decíamos en La Catalina el año pasado, si vos no cambiás algo no cambia nada aunque tu presidente sea Fidel. O sea por todo: por la realidad social mundial, por la confrontación de los hechos con las ideologías, por una cantidad de cosas me parece que por ejemplo yo antes de ponerme a opinar acerca del carnaval o la estructura que tiene lo que tengo que preocuparme -me parece a mí- es por tratar de cambiar mi murga y ser yo coherente con lo que hago, ser feliz con la murga que hago, hacer lo que honestamente pienso que es lo que hay que hacer, respetar mucho el trabajo de los colegas, tener en cuenta que el rival no es tu enemigo sino que es tu colega, no hablar de las demás murgas, de los demás espectáculos; no criticar, dar para adelante, ayudar, ayudar al que viene atrás, no pisarle la cabeza al que está adelante. Entonces yo que sé, algunas cosas que son pequeñas pero que vos las podés cambiar desde vos mismo. Lo otro: yo que sé, ¿carnaval? sí tiene sus cosas pero también de alguna manera, a su manera, ha sobrevivido desde hace cien años con su organización mala o no sé y hay cosas para cambiar. Y está bueno que haya gente que quiera revolucionar, está buenísimo, pero en lo que me es personal creo que mi revolución pasa por cambiar todo lo que pueda en las cosas malas que tengo yo y en eso he ido evolucionando y pienso que La Catalina que no es mi murga, es la murga de mi hermano Yamandú y de mis amigos que me permitieron salir, pero sí he influido un poco y he marcado mi tendencia que se suma a la tendencia de Yamandú y de Carlitos que somos los letristas, somos en parte los ideólogos, me parece que pasa por ese lado. Pasa por tratar de hacer un planteo de Antón Pirulero cada cual que atienda su juego, de ser ecuánimes, de ser justos, de ser profundamente honestos, de no transar con nada ni con nadie, de que el premio si es un efecto colateral del laburo, bárbaro."




Lo que el tiempo me enseño

El tiempo me enseñó que con los años se aprende menos de lo que se ignora. El tiempo que es un viejo traicionero te enseña cuando ya llegó la hora.
El tiempo me enseñó como se pudo, en la universidad arrabalera. Con la verdad prendida en una esquina igual que un farolito en la vereda.
El tiempo me enseñó que los amigos se cuentan con los dedos de una mano, por eso debe ser que no los cuento, para pensar que tengo mil hermanos.
El tiempo me enseñó que los traidores se sientan en la mesa a tu costado, y el hombre que te da la puñalada comparte el pan con esas mismas manos.
Porque no tengo nada que me sobre, por eso es que yo digo que soy rico. porque prefiero ser un tipo pobre, a ser alguna vez un pobre tipo
El tiempo me enseñó que las banderas son palos con jirones que flamean, y el mapa es un papel que se reparten los reyes mientras los hombres pelean
El tiempo me enseñó que la miseria es culpa de los hombres miserables, que la justicia tarde nunca llega, pero es la pesadilla del culpable.
El tiempo me enseñó que la memoria no es menos poderosa que el olvido, es solo que el poder de la victoria se encarga de olvidar a los vencidos.
El tiempo me enseñó que los valientes escribirán la historia con su sangre, pero la historia escrita de los libros se escribe con la pluma de un cobarde
El tiempo me enseñó que desconfiara de lo que el tiempo mismo me ha enseñado, por eso a veces tengo la esperanza que el tiempo pueda estar equivocado.


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